Desde que el Harry Ransom Center adquirió el archivo del colombiano ganador Premio Nobel, Gabriel García Márquez, el personal del Ransom Center ha estado colaborando con procesos de catalogación, digitalización y realizando tratamientos de conservación para los materiales en la colección.
Cuando el archivo llegó al Ransom Center, restauradores de fotografías, libros y obras en papel, realizaron la inspección de todas las cajas que contenían la colección, con el fin de determinar su estado material, e identificar los objetos que pudiesen necesitar de atención inmediata. A primera vista, fue posible determinar que la mayoría de materiales se encontraban en muy buen estado de conservación, ningún objeto requirió de atención inmediata.
Una vez finalizada la inspección, la archivista del Ransom Center, Daniela Lozano, dio inicio a la catalogación de los materiales. Daniela realizó un inventario exhaustivo, durante el cual descubrió grupos de fotografías que necesitaban procesos de conservación. Una vez identificados fueron traídos a mi atención en el laboratorio de conservación de fotografías.

Photo by Pete Smith. / Restauradora llevando a cabo procesos de limpieza en la superficie de una fotografía a blanco y negro. Fotografía por Pete Smith.
Una de las fotografías intervenidas es un retrato en blanco y negro de Gabriel García Márquez, en sus años posteriores, posando frente a una pintura abstracta. Aunque desconocemos el fotógrafo que realizó esta fotografía, fue posible identificar marcas de dos dobleces, los cuales causaron craqueladuras o fracturas horizontales de la emulsión, a lo largo de la imagen, así como pequeñas pérdidas de imagen.

Photo by Pete Smith. / Restauradora consolidando una grieta en la emulsión de gelatina de la fotografía. Fotografía por Pete Smith.
Para prevenir futuras pérdidas de imagen fue necesario estabilizar las fracturas y la emulsión que se estaba desprendiendo del papel. Como primer paso realicé llevé a cabo una limpieza de la superficie, usando brochas suaves e hisopos de algodón en la emulsión, así como borradores de vinilo libres de azufre en el soporte de papel, o reverso, de la fotografía. El siguiente paso consistió en consolidar y reducir las áreas de craqueladuras tanto como fuese posible, y volver a adherir los fragmentos de emulsión que se estaban desprendiendo. Durante este proceso que llamamos “consolidación”, usé un microscopio y pinceles muy pequeños, una espátula de teflón, y pesos ligeros, para aplicar gelatina de grado fotográfico diluida en agua destilada. Estos pasos permiten adherir los pequeños fragmentos de emulsión que se encontraban separados, reducir la separación causada por las fracturas, así como mejorar la estabilidad y apariencia de la imagen.

Photo by Pete Smith. / Detalle de la restauradora trabajando bajo microscopio para consolidar la emulsión. Fotografía por Pete Smith.
Durante un par de horas dejé la fotografía bajo un sándwich de cartones secantes y peso ligero, con el fin de dejarla secar después de usar la gelatina. Como paso final, le proporcioné un poco más de soporte a las áreas previamente dobladas, usando almidón y tiras muy delgadas de papel japonés en el reverso de la fotografía.
La fotografía se encuentra ahora estable, y será almacenada con los demás materiales del archivo para ser consultada por muchos entusiastas expertos e investigadores.
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