Una de las actividades que más disfruto es catalogar los llamados ‘libros de presentación’, los cuales son regalados por los autores, usualmente con una dedicatoria y/o un autógrafo. Estos libros son una pequeña muestra de las conexiones y amistades de un autor, y me permiten sentir cierta conexión con mis autores favoritos. La biblioteca de Gabriel García Márquez no es la excepción. Y aunque valorar este tipo de ejemplares no es un fenómeno nuevo, los libros de presentación en la biblioteca de García Márquez son únicos en su profundidad y variedad. Catalogar estos libros me transportó a una verdadera “república de las letras” Latinoamericana, pues permite rastrear las intersecciones que ocurrieron entre algunos de los más famosos autores latinoamericanos de la época.
Muchos de sus amigos escritores, enviaron al nobel copias autografiadas de sus trabajos, Carlos Fuentes por ejemplo, envío 12 de sus trabajos autografiados e ilustró algunos de ellos. Uno de mis favoritos, dedicado a toda la familia de García Márquez, tiene un dibujo de los dos autores.
Álvaro Mutis, el conocido poeta colombiano y amigo cercano de García Márquez, también envió copias de sus trabajos, una notable dedicatoria para García Márquez y para su esposa, Mercedes, hace referencia al tiempo en que Mutis permaneció en una prisión mexicana.
El poeta Eliseo Diego también está bien representado en la biblioteca. García Márquez admiraba el trabajo de Diego, por lo cual no es una sorpresa que siete de sus libros sean parte de esta colección. Aunque para mí fue sorprendente encontrar también libros para niños ilustrados por Rapi Diego, hijo de Eliseo, entre ellos El Sapo Hechizado, contiene una dedicatoria con una ilustración hecha a mano, mostrando al sapo protagonista en la anteportada.
La colección también incluye una copia del libro para niños Soñar Despierto, una colaboración entre Eliseo Diego y su hijo, autografiado por el autor y por el ilustrador. Publicado en 1988, es un libro es bastante escaso.
En adición a los autores latinoamericanos, la biblioteca también revela un número de conexiones inesperadas que muestra la amplitud de las relaciones e influencia de García Márquez. Por ejemplo, Orhan Pamuk, novelista turco, envió una copia autografiada de la traducción al español del su novela ganadora del premio Pulitzer: The Museum of Innocence (El Museo de la Inocencia). Firmando “with heartfelt admiration (con sincera admiración)”, la dedicatoria también está adornada con un dibujo personalizado en pluma y tinta.
Tres libros del fotógrafo Richard Avedon hacen parte de la colección. Avedon llevó a cabo dos sesiones fotográficas con García Márquez, la primera en 1976 y nuevamente en 2004; sin duda alguna las historias de estas reuniones han de ser muy interesantes, desafortunadamente los libros en la biblioteca tan solo develan la relación entre estos dos personajes. El catálogo de una exposición retrospectiva del fotógrafo: Evidence, 1944-1994, hace cuenta de su fascinante vida y obra, pero la dedicatoria “Yours in the struggle” hacen de este libro uno de mis favoritos.
Es comprensible que cualquier discusión sobre las muchas conexiones literarias y políticas de García Márquez estaría incompleta si no es mencionada su amistad con Fidel Castro: En la colección se encuentran cuatro libros dedicados por el líder cubano, dos para Mercedes y dos para “Gabo”. En mi trabajo pocos los materiales me han inspiren tanta admiración como lo fue encontrar un pañuelo bordado en una de las copias de La Historia me Absolverá, escrito por Castro e impreso en Cuba en 1973, este libro es muy escaso en los Estados Unidos, pero la dedicatoria y el pañuelo le dan a este ejemplar un valor incalculable y lo convierten en un objeto histórico fascinante.
Para mi, como bibliotecaria y como amante de la literatura, fue maravilloso tener la oportunidad de procesar la biblioteca de García Márquez, y me siento muy afortunada y agradecida por haber sido parte del equipo que facilita el acceso a este valioso recurso cultural.